12/12/06

Domótica


La domótica es la integración de todos los equipos que existen en el hogar en una sola red de intercomunicación para facilitar su gestión e interrelación, optimizar el consumo energético y aumentar el confort. Esto permite que el usuario tenga un control completo sobre el entorno más directo.

Una de las aplicaciones de la domótica que más interés va a tener, es en la sanidad o más bien en la teleasistencia. Esta última podría definirse como la seguridad activa: el usuario, cuando se encuentra mal o necesita algo, genera una alarma. Pero la teleasistencia no tiene una seguridad pasiva; es decir, no es capaz de generar una llamada si el usuario se desmaya o sufre algún percance. Este vacío está cubierto por la domótica.

Un ejemplo de cómo la domótica aporta esta seguridad pasiva lo encontramos en las residencias de ancianos en las que, entre otros sistemas, se ha instalado un sensor en el somier de las camas que si no detecta peso durante cierto tiempo manda una señal a la central de datos.

A la hora de diseñar un sistema domótico, hay que seguir ciertas premisas:
- Fácil manejo (sobre todo pensando en las personas mayores que deberán adaptarse al manejo de las nuevas tecnologías)
- El mantenimiento deberá ser sencillo y barato.
- El sistema domótico de comunicaciones debe concebirse de manera que cada usuario pueda ampliar sucesivamente las prestaciones del mismo a medida que las vaya necesitando
- Cada usuario tiene que poder seleccionar sólo las funciones que necesite para su vivienda.

Con la incorporación de la domotización en los hogares, la tendencia en el futuro será que tanto las personas mayores como las personas dependientes con un grado de movilidad moderado podrán permanecer en sus hogares durante mucho más tiempo, y las residenciasse destinarán exclusivamente a personas con dependencias muy graves.

1 comentario:

Roberto M. dijo...

Me gustaría añadir que además de las motivaciones morales de dotar de hogares digitales a las personas dependientes, la atención a este colectivo de población se convierte, pues, en un reto ineludible para los poderes públicos, que requiere una respuesta firme, sostenida y adaptada al actual modelo de nuestra sociedad. La Ley de dependencia, regula las condiciones básicas de promoción de la autonomía personal y de atención a las personas en situación de dependencia mediante la creación de un Sistema Nacional de Dependencia, con la colaboración y participación de todas las Administraciones Públicas. http://www.imsersomayores.csic.es/productos/dependencia/documentacion.html
Quizá sea el momento de dejar de pensar en la domótica como ese servicio de pseudo-lujo ofrecido por generalistas para caprichosos extravagantes, para verlo como algo más, como un conjunto de servicios y funcionalidades que nos facilitan la vida, incluso en el caso de algunas personas, que lo que les ofrecen es una vida más accesible (como el caso de personas dependientes).
Este nuevo campo es algo novedoso para nuestra sociedad y tal vez algo repudiado, por la visión ya citada que se tiene sobre el mismo, caso contrario de Europa central (Alemania, Gran Bretaña, ..) y nórdica (Escandinavia, ..) que no contemplan la posibilidad de una construcción sin una gestión de la climatización para un óptimo rendimiento y un ahorro de energía (y por lo tanto ahorro económico).
Esta percepción negativa de los hogares digitales se verá truncada, en mi opinión, principalmente por dos motivos: el primero y fundamenta que los organismos oficiales lo van a apoyar a través de financiaciones económicas y aportaciones de servicios orientados a este tipo de tecnología. Y segundo porque, las universidades se están preocupando de preparar especialistas en esta disciplina que desplacen a los generalistas existentes, que han hecho un flaco favor a la domótica y hogar digital, con instalaciones inconsistentes, perecederas y sin una respuesta a funcionalidades y necesidades reales de una sociedad cada vez más tecnóloga.